La fotografía no es la captura de un momento verdadero, sino una ilusión de la realidad
que nos ayuda a recrear nuestro propio mundo privado.
Todos tenemos la necesidad de proyectar nuestros sueños hacia otros territorios.
Es en este espacio donde nos encontramos a nosotros mismos,
en esta realidad subjetiva que nos sirve como punto de fuga de lo cotidiano.
Una ilusión en la que otra mirada es posible.
Pelayo Zurrón se reconoce en diversas disciplinas artísticas y admite que es gracias a ellas
por las que mantiene un mundo en constante estudio que, al igual que en sus fotografías,
se compone de momentos suspendidos entre la realidad y la fantasía.
“Mi obsesión no es tanto representarme a mí mismo, sino a mis dudas e inquietudes”
Afincado en Madrid desde 2006, Zurrón compagina el mundo de la fotografía con el del video
y la dirección artística en medios audiovisuales y admite que,
pese a lo polifacético de sus ocupaciones, todo va encaminado a un mismo fin
“encontrarme a mi mismo al final de cada una de ellas”.